EUROPA PRESS
18 agosto 2013
Un estudio vincula un gen del proceso de envejecimiento con el cáncer de
la sangre
Un gen que ayuda a controlar el
proceso de envejecimiento al actuar como el reloj interno de una célula puede
estar relacionado con el cáncer, según ha detectado un estudio realizado por
científicos del Instituto de Investigación del Cáncer, en Londres, Reino Unido.
Estos expertos encontraron una variante genética que influye en el proceso de
envejecimiento entre cuatro nuevas variantes vinculadas con el mieloma, uno de
los tipos más comunes de cáncer de la sangre.
Con el hallazgo de esta investigación, publicada este
domingo en 'Nature Genetics',
las variantes genéticas relacionadas con el mieloma ascienden a siete. El
mieloma afecta a alrededor de 4.700 pacientes cada año y es causado por
mutaciones genéticas en las células blancas de la sangre, que normalmente
ayudan a combatir las infecciones y lesiones. Menos de cuatro de cada diez
pacientes sobreviven a la enfermedad desde hace más de cinco años y tres de
cada diez mueren al año del diagnóstico.
Un marcador genético descubierto por los
investigadores está vinculado a un gen llamado TERC, que regula la duración de
los "tapones" del telómero en los extremos
del ADN. En las células sanas, estas tapas se erosionan con el tiempo,
envejeciendo los tejidos, pero algunas células cancerosas parecen ser capaces
de ignorar el detonante del envejecimiento con el fin de seguir dividiéndose.
Si otros estudios confirman la relación, TERC podría ser un objetivo para
futuros tratamientos del mieloma.
El equipo encontró los nuevos marcadores comparando
la composición genética de un total de 4.692 pacientes con mieloma con el ADN
de 10.990 personas sin la enfermedad. Un estudio británico anterior liderado
por este grupo de científicos encontró tres variantes genéticas o "errores
de ortografía" en el ADN, lo que conduce a un mayor riesgo de desarrollar
mieloma.
Los investigadores hallaron la nueva hornada de
variantes genéticas mediante la combinación de sus muestras con otras personas
de científicos de Alemania, de forma que los resultados combinados
proporcionaron a los expertos más datos y, por lo tanto, una mayor precisión
estadística. Las cuatro nuevas variantes genéticas están cerca de los genes que
son propensos a jugar papeles importantes en el detonante del mieloma.
El colíder del estudio, Richard Houlston,
profesor de Genética Molecular y de
En las personas afectadas por el mieloma, los
glóbulos blancos llamados células plasmáticas crecen sin control en la médula
ósea y se quedan atrapados allí, interrumpiendo la producción normal de la
sangre. Este cáncer puede ser muy doloroso y afectar a los huesos en múltiples
partes del cuerpo.
"La identificación de estas variantes genéticas
de riesgo ofrece la evidencia más convincente de que la susceptibilidad al
mieloma se puede heredar. El mieloma sigue siendo incurable y el efecto sobre
la calidad de vida de los pacientes puede ser devastador", subraya el
director de Investigación de
"Al mostrar cómo estos genes específicos
influyen en el desarrollo del cáncer, esta investigación podría potencialmente
conducir al desarrollo de fármacos específicos contra el mieloma en el futuro.
Además sabemos que una condición común llamada GMSI predispone al desarrollo de
mieloma. La identificación de factores genéticos adicionales a factores de
riesgo en estos pacientes podría revolucionar su gestión y perspectivas
futuras", añade.